La investigación orientada al esclarecimiento de cualquier caso, lejos de ser una mera formalidad, emerge como la piedra angular que sustenta el éxito en el tribunal. Pues, las habilidades para buscar, analizar, dar a conocer a quienes tienen la facultad de decidir la mejor solución y aplicar la ley, además de ser conveniente, resultan absolutamente esenciales para la construcción de casos sólidos y la defensa efectiva de los derechos de nuestros asistidos.
Explorando el basamento de la investigación del caso
El cimiento de cualquier argumento consistente radica en la capacidad de nosotros —los abogados, para sumergirnos en el enorme océano de la jurisprudencia, la legislación y —por supuesto— el hecho en cuestión a resolver.
La investigación que realizamos en cualquier de nuestros casos, no es simplemente un proceso de recopilación de datos; es una inmersión profunda en la naturaleza del suceso para ser capaces de responder: qué pasó, cómo ocurrió, dónde sucedió, quiénes son los involucrados, cuándo y por qué sucedió. Dado que somos nosotros los encargados de presentar el caso ante el tribunal de la manera más completa, eficiente y persuasiva posible.
De ahí que podamos conectar lo anterior con las leyes y los precedentes jurídicos que mejor se adecúen a nuestros objetivos del caso.
Además, realizar una investigación minuciosa permite destapar detalles, matices que pueden marcar la diferencia entre el triunfo y el fracaso en la sala del tribunal.
Construcción de argumentos persuasivos
La habilidad para articular argumentos persuasivos descansa directamente en la calidad de la investigación que realicemos sobre todos los aspectos que atañen a nuestro caso.
Un caso bien fundamentado:
- se apoya en hechos concretos y probados,
- teje una narrativa coherente que persuade a los miembros del tribunal.
Por esto, la investigación exhaustiva proporciona las herramientas para comprender a profundidad el hecho que generó el conflicto, y el porqué de la aplicación de las leyes correspondientes para subsanar la violación del derecho.
Capacidad para adaptarse al dinamismo de la litigación oral y las leyes
Los abogados con habilidades de investigación están mejor equipados para adaptarse a los cambios del entorno legal. Manteniéndose al tanto de nuevas legislaciones, los abogados pueden ofrecer a sus clientes estrategias actualizadas y pertinentes.
La investigación del caso empodera al cliente
La investigación del caso no beneficia —únicamente— al abogado, también empodera al cliente. Dotándolo de una comprensión clara de su posición en el proceso, lo cual le permitirá tomar decisiones informadas en cada etapa del proceso. La transparencia que proviene de una investigación bien llevada a cabo fortalece la relación abogado-cliente y contribuye a la construcción de una defensa sólida y confiable.
En definitiva, la etapa previa de investigación es uno de los componentes vitales que impulsa cualquier caso hacia el éxito. Se erige como un faro que guía al abogado a desempeñarse mejor en el tribunal, liderando la búsqueda de justicia y persuadiendo a los miembros del tribunal para que decidan de manera efectiva por su causa.
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